miércoles, 17 de octubre de 2007

apenas soy un mortero en medio de un bombardeo gigantesco, aunque silbo por el cielo mi embestida. soy la pieza menor de una victoria. aunque por los labios de guaraní que me ensartaron, sería más honesto reconocerse cual cerbatana. mortero pequeñito que aturde de cerca con su sonido, pero que rara vez desde lejos da en el blanco. a veces me afirman de a dos por los arranques de ira, pero hasta el momento no he ganado batallas. sólo adormezco a mis enemigos.
De Nibaldo Cáceres.